En mayo de 2016, en Medellín, Laura —una joven con síndrome de Down— comenzó un viaje que transformaría su vida y la de muchas personas a su alrededor. Con el apoyo de su mamá, Diana, el proyecto inicial de preparar guacamoles caseros evolucionó hasta convertirse en Lauracate, una iniciativa que une inclusión, formación y emprendimiento social.
Lauracate se legalizó como emprendimiento social y en 2021 registró Lauracate Gourmet ante INVIMA, comercializando productos como guacamoles, salsas y paletas. Aunque la producción de alimentos es importante, lo esencial del proyecto yace en su propuesta humana: acompañar, formar y empoderar desde el amor, la creatividad y la educación (VC4A, 2025).
Laura completó su formación en gastronomía y emprendimiento social, revelando que los talentos no tienen límites cuando se construyen espacios de confianza y apoyo. Lauracate no es solo un negocio: es una plataforma donde cada paso está cargado de dignidad y propósito.
Lauracate demuestra que un sueño sincero, arraigado en valores y creatividad, puede convertirse en una fuerza transformadora. A través de la cocina se construye comunidad, desarrollo y sentido.